En México, el patrimonio cultural se conforma tanto por elementos materiales (monumentos, objetos) como por expresiones inmateriales (tradiciones, habilidades, creencias), destacando la riqueza del mestizaje cultural que perdura a través del tiempo. Ambos tipos de patrimonio —material e inmaterial— son complementarios y esenciales para construir memoria colectiva, identidad y creatividad cultural en el presente y el futuro.